PINCELADAS DE LITERATURA del s. XVII al s. XIX


EL SIGLO XVII

El Barroco abarcó todo el s. XVII. Durante este periodo se produjeron guerras religiosas entre católicos y protestantes; estos continuos enfrentamientos condujeron a una crisis económica  que empobreció a toda Europa. Consecuencia de todo es el descenso demográfico.Se incrementaron los contrastes sociales entre la aristocracia que vivía de las rentas, y el resto, la gran mayoría de la población, que malvivía y,con frecuencia, recurría al engaño para poder sobrevivir. Este siglo,conocido como Siglo de Oro es también, paradójicamente, un periodo de esplendor artístico.


LOS GÉNEROS LITERARIOS EN EL S. XVII

El panorama literario de este siglo es el siguiente:

1- La lírica prolonga la calidad que había alcanzado en el s. XVI, pero desarrolla una temática y unos artificios más complejos, por obra de tres genios: LOPE DE VEGA, GÓNGORA y QUEVEDO.

2- La narrativa alcanza gran auge. Desaparecen los libros de caballerías, tras el éxito fulminante del Quijote. Pero siguen escribiéndose novelas pastoriles, moriscas, bizantinas y, sobre todo, picarescas.
La novela corta, creada por Cervantes, fue también cultivada por Lope.

3- La prosa didáctica cuenta con la excepional figura de Baltasar Gracián, cuyas obras alcanzaron gran difusión europea.

4- El teatro llega a su máximo esplendor, gracias a la fórmula de la comedia nueva creada por Lope de Vega y adoptada, a lo largo del siglo, por discípulos de enorme talento.


EL SIGLO XVIII

Muerto el último de los Austrias, Carlos II, sin descendientes, y tras una guerra de Sucesión, se instaura en España la casa de Borbón, con FELIPE V, a quien sucedió su hijo Fenando VI.

Este siglo es el de la crisis de la conciencia europea. Todas las creencias y convicciones (religiosas, políticas, filosóficas, científicas...) dominantes hasta el siglo s. XVII se someten a discusión. Decae el poder de la nobleza y crece el predominio de la burguesía, que se caracteriza por el espíritu crítico. Fruto de él es el gran movimiento de la ILUSTRACIÓN, que impone el reinado de la razón frente a la fe; el siglo XVIII se denomina por ello, EL SIGLO DE LAS LUCES. La literatura española en este siglo se caracteriza porque hay una preferencia por las actividades de pensamiento.

El cultivo de las letras pasa a ser una actividad complementaria. Predomina la razón sobre el sentimiento;se reprime este gran motor del arte, en nombre de la sensatez. Triunfa el NEOCLASICISMO, de origen francés, que impone reglas a la creación literaria, encorsetándola. Autores: el Padre Feijoo destaca en el ensayo y la prosa crítica; en la líria apenas hay manifestaciones de interés; arraigan en cambio las odas filosóficas y las fábulas moralizadoras ( Iriarte y Samaniego); en teatro destaca Leandro Fernández de Moratín con El sí de las niñas y Vicente García de la Huerta con su tragedia Raquel.


EL SIGLO XIX

Característica principales del Romanticismo:

Sentimiento de no plenitud. El rasgo central del hombre romántico es su insatisfacion vital. La vida- fugaz e inconsistente- no responde a sus anhelos. La angustia ante lo incompleto de la existencia humana va acompañada a menudo de la obsesión por la muerte.

Subjetivismo. En las obras hay una exaltación de "yo", con sus ansias infinitas, que chocan con los límites que les impone la realidad. Estos anhelos son de amor, pero también de justicia social y, en suma, de felicidad. Pero, frente a ello, aparece a menudo el sentimiento de soledad o de frustración.

Fuga del mundo circundante. Esta frustración, y ese desacuerdo con el mundo, pueden conducir a una evasión de la realidad, ya sea refugiándose con la imaginación en mundos exóticos -orientales frecuentemente-, ya sea evocando un pasado brillante -medieval, sobre todo-. (Los neoclásicos habían preferido, como edad perfecta, la antigüedad grecorromana). Forma extrema de evasión sería el suicidio.

La naturaleza. Frente al desinterés de los neoclásicos por el paisaje, este es asociado por los románticos a su estado de ánimo (o a los de sus personajes). Y, según sea este, la naturaleza se muestra melancólica, triste, tétrica, turbulenta...

Nacionalismo. En oposición al internacionalismo dieciochesco, se exalta ahora la peculiaridad de cada país, de cada territorio. Fruto de ello serán el costumbrismo, y la preferencia por los temas legendarios e históricos de cada país. Ademas, se desea conferir rango literario a las lenguas vernáculas (aparición de regionalismos y nacionalismos).

En el teatro, se rechaza la regla de las tres unidades, y se mezcla lo trágico y lo cómico; es decir se vuelve a lo que había definido nuestro teatro barroco. Mezclan igualmente prosa y verso en muchas obras. Apenas se cultivan comedias en este siglo, pero sí tragedias denominadas DRAMAS ROMÁNTICOS, como Los amantes de Teruel. También se escriben dramas sentimentales como Don Juan Tenorio de José Zorrilla.

En la poesía, se practica frecuentemente la polimetría, esto es, la variación de versos y estrofas. Autores: Gustavo Adolfo Bécquer, Espronceda, Rosalía de Castro.

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